“La misma lengua que nos esforzamos tanto en aprender -no solo durante la juventud sino también a lo largo de la vida entera- es la misma que ahora nos ufanamos en degradar.”
“Organizar el disenso es, básicamente, hacerse responsable por las consecuencias de la acción política, sus trampas y rutas conocidas que van directo al despeñadero.”
“Han aumentado las posibilidades de acceder a las instituciones educacionales, pero los criterios de certificación se han ablandado por completo. Se certifica que el alumno “pasó por una institución”, y no que adquirió conocimientos”
“El Gobierno, más que centrarse en la literalidad de las demandas, debe tratar de leer el espíritu de la época de manera crítica”
“Habría que buscar el momento en el que nos dejó de importar la opinión del otro y nos centramos en escucharnos a nosotros mismos”
Es un error creer que el autodidactismo es asunto propio de iluminados, pero también lo es pensar que éste llegará a buen término sin un esfuerzo inusual de la voluntad.
Nuestras nociones de “respeto” y de “dignidad” han quedado subyugadas bajo el reinado de una “libertad” brutalmente utilitarista.
He aquí el mecanismo de nuestra miseria: establecer como nuestro horizonte el no ser deficientes respecto a lo normal en vez de ser buenos.