¿Cómo explicar que los herederos de Lagos bailaran por tanto tiempo al compás de lo que terminó siendo Apruebo Dignidad (cuyo nombre ya lo dice casi todo)?
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Claudio Castro, destacado alcalde de Renca y miembro del comando de Carolina Tohá, reivindicó (La Tercera sábado) la “diferencia entre cuando gobiernan las ideas del PC respecto de cuando quien conduce el gobierno se acerca al Socialismo Democrático”. En concreto, Castro subraya “los indultos, la derrota en la Convención, las trabas para enfrentar las reformas en seguridad”: ahí, afirma, resuenan “las propuestas que ha impulsado el PC”. ¿Tiene razón Castro?
El reciente prontuario del comunismo criollo pareciera darle el punto: ya el 19 de octubre de 2019 Guillermo Tellier pedía la renuncia del expresidente Piñera; ningún otro partido muestra la benevolencia que hoy exhibe el PC con las tiranías de Cuba, Venezuela o Irán; y así. No obstante, ¿exime lo anterior de sus graves responsabilidades a la centroizquierda tradicional? En simple: ¿cómo explicar que los herederos de Lagos bailaran por tanto tiempo al compás de lo que terminó siendo Apruebo Dignidad (cuyo nombre ya lo dice casi todo)?
Ese baile decadente comprende —entre otras cosas— desde los intentos de destituir al expresidente Piñera (en 2021 ningún senador de centroizquierda se opuso a la segunda acusación constitucional en su contra) hasta la reveladora marcha de la fallida Convención, donde el PC contaba con apenas seis escaños. Si el proyecto rechazado masivamente por la ciudadanía suponía un Estado plurinacional con extravagancias por doquier —incluyendo el riesgo tanto de concentración del poder como de captura política de la judicatura y del Tricel—, fue con el concurso de los partidos que apoyan a Tohá.
Ellos y ella, por cierto, decidieron ignorar múltiples advertencias. A vuelo de pájaro: un editorial de The Clinic en julio de 2021, que prevenía de la errónea "creencia de contar con una fuente segura de legitimidad”; los comicios parlamentarios y presidenciales del mismo año; la renuncia de Lorena Penjean a la secretaría de comunicaciones de la Convención, augurando un posible “Brexit”; el manifiesto fundacional de Amarillos, firmado por diversos exministros de la Concertación y los premios nacionales Sol Serrano, José Rodríguez Elizondo e Iván Jaksic; las entrevistas y posterior abstención del expresidente Lagos; y el voto “Rechazo” del expresidente Frei y de socialistas como Oscar Landerretche (quien vio venir hace años el desfonde de la centroizquierda).
Recordar esto hoy es incómodo e ingrato para el mundo de Tohá. Sin embargo, resulta indispensable si nos tomamos en serio sus lúcidas palabras de 2021 (entrevista a Daniel Hopenhayn): “no puedes ser una fuerza política ni hablar en propiedad sobre el futuro si no tienes un relato coherente sobre tu trayectoria y tu protagonismo en el pasado inmediato”. Mejor dicho, imposible.