Carta publicada el miércoles 31 de agosto de 2022 por El Mercurio.

Señor Director:

En su columna de ayer, Eugenio Tironi acierta al notar que uno de los hechos políticos más relevantes del momento es la división de las fuerzas de centroizquierda ante el plebiscito constitucional. Me temo, sin embargo, que al intentar explicar este fenómeno Tironi omite un dato crucial. Después de todo, si quienes estuvieron juntos en la Concertación hoy se dividen de cara al plebiscito es sobre todo como consecuencia de la Convención y su texto, marcados a fuego por la consigna según la cual “el pueblo unido avanza sin partidos” que resonó en el cierre de este órgano.

En concreto, hay destacados dirigentes de centroizquierda que han advertido de manera fundada los riesgos que supone la propuesta de la Convención en materia de concentración del poder y politización de la justicia. Es, sin ir más lejos, el caso del expresidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle y de Genaro Arriagada, generalísimo para la campaña del “No” de 1988. Sin tomarse en serio esas inquietudes políticas de fondo, que apuntan a proteger nuestra democracia de peligros muy reales y que la afectan en diversas latitudes, resulta imposible comprender el escenario actual.