Carta publicada el miércoles 3 de enero de 2024 por El Mercurio.

Señor Director:

Las autoridades educacionales de gobierno se felicitan a sí mismas por el aumento en el número de postulantes para la educación superior autorizado por la prueba PAES, que significa también un aumento en la matrícula universitaria, pagado a su vez por todos los contribuyentes por medio de la “gratuidad” (que no exige puntaje ni notas). Las mismas autoridades, sin embargo, denuncian la situación de muchos deudores del Crédito con Aval del Estado, que no estarían en condiciones de pagar sus deudas universitarias, puesto que el retorno profesional y económico de sus estudios estaría lejos de sus expectativas. Esta caída en los retornos de la educación superior efectivamente ha sido registrada por instrumentos como la Casen y la Encuesta Suplementaria de Ingresos.

¿Por qué los mismos políticos que pretenden condonar deudas universitarias debido a la caída en el valor de los títulos profesionales en el mercado laboral siguen promoviendo y celebrando el aumento de la matrícula en educación superior, sabiendo que muchos de esos estudiantes verán frustradas sus expectativas una vez que terminen sus carreras, si acaso las logran terminar? ¿Por qué sería una buena noticia el aumento forzado en la matrícula universitaria, si todas las investigaciones sobre habilitación cognitiva muestran niveles alarmantes y estables, a lo largo de los últimos 20 años, de analfabetismo funcional y discapacidad en el uso de aritmética básica? ¿No nos estamos haciendo trampa en el solitario en educación superior?