Carta publicada el 12 de mayo de 2023 por El Mercurio.

Señor Director:

Agradezco la carta de Fernanda García, en la que comenta mi columna del domingo. Me temo, sin embargo, que me atribuye poderes que no poseo. En efecto, si la legitimidad del “modelo de desarrollo” que caracterizó a la transición se desplomó en su minuto, los responsables no somos quienes —junto con defender sus bondades— emprendimos un esfuerzo por identificar sus puntos ciegos. Más bien, cabría preguntarse si no había algo en ese mismo esquema que lo volvió tan vulnerable a la crítica: tal es el enigma que los defensores de dicho sistema deberían intentar explicar, en lugar de seguir buscando culpables externos.

De hecho, pensando en la coyuntura actual, esto guarda directa relación con la viabilidad del proyecto de José Antonio Kast. Si se aspira a gobernar Chile de modo estable, no será suficiente ofrecer la indispensable seguridad frente a la delincuencia, sino que también ofrecer seguridades frente a la incertidumbre en otros planos de la vida, sin renunciar a los aspectos valiosos de la libertad económica.

Si el mundo republicano —o cualquier otro grupo de derecha— se parapeta en un discurso noventero sin hacerse cargo de las tensiones inducidas por el progreso económico, estará firmando su propia condena política. Sin ir más lejos, esa película ya la vimos en el gobierno anterior (el gabinete “sin complejos”) y conocemos su desenlace. Quizás no valga la pena volver a tropezar con la misma piedra.