Carta publicada el lunes 28 de octubre de 2019 por El Mercurio.

Señor Director:

Miembros del Partido Comunista y del Frente Amplio han intentado instalar la idea de que para solucionar la crisis que ha vivido el país se requiere una asamblea constituyente (AC). Ciertamente, la actual coyuntura exigirá muchas reformas, pero nada indica que la AC sea el camino adecuado.

En efecto, y a diferencia de otros temas, como salud o pensiones, la AC jamás ha figurado en las prioridades sociales de los chilenos. Insistir en ella sería perseverar en la ruta de ignorar esas prioridades, cuya desatención pareciera ser inseparable del malestar expresado durante la última semana. Además, una AC digna de ese nombre exigiría una serie de procedimientos y canales de representación bastante similares al funcionamiento del Congreso Nacional. De ahí que no se entienda la obsesión con un mecanismo específico.

A fin de cuentas, pareciera tratarse de un intento (poco decoroso) de la nueva izquierda por instrumentalizar un movimiento social que —pese a su heterogeneidad y falta de orgánica, petitorios y propuestas— manifiesta un rechazo generalizado a la dirigencia política y su ensimismamiento. Al seguir empecinados con la AC, esta nueva izquierda se asegura continuar siendo víctima de ese rechazo.

Claudio Alvarado R.
Director ejecutivo IES