Carta al director publicada el sábado 5 de diciembre de 2020 por La Tercera.

Señor director,

Jorge Baradit, en el lanzamiento de su candidatura a convencional en lista del PS, agradecía la oportunidad de que, tras “200 años de espera, convertir esto (Chile), finalmente, en una copia feliz del Edén”. La inflamada retórica del escritor revela a la perfección el malentendido con que buena parte de la izquierda participa en este proceso. Por supuesto que la Constitución incide de alguna manera en las dinámicas sociales y determina un marco para las instituciones. Pero no podemos cargar todo el peso en un instrumento jurídico y político limitado por su propia naturaleza.

Tal voluntarismo legalista impide los acuerdos que permiten un marco normativo compartido, y realizar el indispensable ajuste institucional que requiere el país. Por el contrario, hay que desconfiar de cualquier utopista que prometa que la nueva Constitución va a convertir a Chile en un paraíso. Inflar unas expectativas desmesuradas sobre el proceso hace muy difícil llegar a ese instrumento limitado, y solo incrementará la decepción por la incapacidad de cumplir una promesa fatua. Si esas  expectativas no se cumplen, Baradit tendrá que responder frente a la ciudadanía, ya no solo como el escritor independiente que ya no es, sino que como deudor de la promesa de transformar Chile en el paraíso. Y ahí no podrá seguir culpando a los siempre rentables poderes fácticos.