“En rigor, el principal déficit de este debate es que son muy pocos quienes se han tomado en serio el fenómeno de los convivientes heterosexuales, que son la inmensa mayoría. Y no es casual que quienes exigen el AVP no sean precisamente parejas heterosexuales que conviven: la convivencia es elegida precisamente por su informalidad”.
“La pregunta fundamental, entonces, es si quien está en el vientre materno merece ser tratado como uno de nosotros, o si podemos disponer de él como un medio. Este es el foco de la discusión”.
“La diferencia de enfoques no es menor: uno apunta a la reforma, el otro a la refundación. Pero no sólo eso: toda Constitución, incluida la de Michelle Bachelet, tendrá elementos que pongan diques a las mayorías contingentes”.
“Una cosa es un pacto electoral y otra distinta una auténtica coalición de gobierno y, a la hora de concretar el programa de Bachelet, inevitablemente algún sector de su conglomerado quedará disconforme”.
“En este sentido, los símbolos y la dimensión imaginaria de la sociedad desempeñan un rol relevante: si nos importan las cosas comunes, no pueden sernos indiferentes nuestros deberes cívicos”
“Si algo puede ser puesto en tela de juicio desde la perspectiva de la falta de política es, precisamente, un lenguaje ambiguo e irreflexivo en materia de derechos. Si nos preocupa abrir espacios a la deliberación, no toda aspiración puede ser catalogada como derecho o garantía constitucional: lo propio de un derecho es ser exigible ante tribunales, y su árbitro último siempre será un juez”.
“Una buena manera de distinguir un conglomerado de otro es mirar cuáles son aquellas posiciones que está dispuesto a defender y promover siempre, independientemente de su popularidad. ¿Cuáles son aquellos temas que distinguen a la DC y por los que está dispuesta a perder votos?”
“”Si realmente nos interesa reivindicar el valor de la política, es imprescindible criticar el lenguaje indiferenciado de los derechos y la judicialización de los problemas sociales. Si toda aspiración individual o colectiva se cataloga irreflexivamente como un derecho o garantía constitucional, queda poco espacio para la política: el árbitro último de los derechos siempre será un tribunal”.
“Pero hay una dificultad que no puede obviarse: mientras el AVP sea algo distinto del matrimonio, será imposible que cumpla ese fin. Se busca la igualdad con un instrumento que aspira a ser similar al matrimonio, pero sin serlo: el AVP está condenado a ser insuficiente”.
“No existen atajos para enfrentar adecuadamente nuestro pasado reciente: si no queremos que el ‘nunca más’ quede incompleto, es imperativo reflexionar colectivamente y preguntarnos sobre nuestras tareas pendientes. ¿Estamos dispuestos, de lado y lado, a renunciar definitivamente a un uso instrumental de la historia? ¿Nos interesa indagar en las causas de la destrucción de la convivencia nacional? ¿Cuáles fueron las circunstancias que hicieron viable la violencia y la validaron como método de acción política? ¿Cuándo sucedió ello y por qué? ¿Cuánto aprendimos de esto? ¿Rechazamos sin excepciones la violencia política hoy en día? ¿Realmente valoramos el diálogo y las condiciones que lo hacen posible?”