Carta al director publicada el día 9 de marzo de 2023 por El Mercurio.

Señor Director:

Agradezco la respuesta de Camila Miranda (martes) a mi columna publicada el sábado en estas páginas. Cabe destacar su referencia a la recepción del principio de subsidiariedad, como un sano criterio de distribución de competencias, en el marco de la Unión Europea. Este hecho confirma que la subsidiariedad no es la caricatura que muchas veces se dibuja, así como su amplio potencial más allá de la esfera económica.

Ahora bien, para discutir con un mínimo de rigor, conviene distinguir entre la homonimia (el caso de las distintas acepciones de “taco” a las que alude Miranda) y aquellos conceptos disputados política e intelectualmente (como la subsidiariedad). Asimismo, es verdad que en nuestro debate político este principio se ha visto reducido en muchas ocasiones a una mirada económica estrecha o insuficiente, pero Miranda omite que esa lectura se ha visto favorecida por quienes suelen desconocer tanto los límites del Estado como los legítimos derechos de la sociedad civil.

Por último, coincido con Camila Miranda en que el Estado chileno es débil y que ahí reside uno de nuestros problemas públicos más acuciantes, pero me temo que dicha debilidad responde a múltiples factores —desde la incapacidad de controlar las fronteras a su postergada modernización—, que exceden con creces el debate en torno a la subsidiariedad. Si queremos fortalecer el aparato burocrático, es mejor renunciar a los chivos expiatorios.