Carta publicada el jueves 23 de junio de 2022 por La Tercera.

Señor director,

La entrevista al convencional César Valenzuela (PS) llama la atención por varios motivos. Junto con revelar cierta actitud de cámara de eco, tan habitual entre los miembros de la Convención, salta a la vista una brutal transparencia. Según sus palabras, en el plebiscito “de una u otra forma, se juega el proyecto político del socialismo chileno”. Curiosa manera de pensar el rol del texto constitucional (¿no se trataba de articular un marco institucional compartido?), y de reconocer que siempre han pensado este proceso en términos más programáticos que constitucionales.

Después de todo, un rasgo al que debería aspirar cualquier carta fundamental es el de ser apropiable por todos los sectores políticos: tal fue el argumento que la izquierda enarboló por décadas. La transparencia de Valenzuela nos confirma, una vez más, la frustrante sensación de decepción con la que muchos miramos el proceso y el resultado constituyente: un borrador que a ratos parece más un traje a la medida de un sector, que desconfía de las alternancias democráticas, que instala una sola agenda política. Ya no es ni remotamente la casa de todos, sino la casa de las izquierdas. Vaya proceso sanador.