Carta publicada el sábado 18 de junio de 2022 por El Mercurio.

Señor Director:

En respuesta a nuestra columna “Una nueva oportunidad para el cambio constitucional”, Eugenio Rivera dice que la “gran mayoría” de sus autores estuvimos “por el Rechazo” en el plebiscito de entrada. Sin embargo, todos votamos Apruebo. Así lo decimos en la columna, y lo hemos explicitado en distintos libros: antes del plebiscito, Juan Luis Ossa (“Chile Constitucional”, 2020), y después Sebastián Soto (“La hora de la re-constitución”, 2021) y yo mismo (“Tensión constituyente”, 2021).

A este error subyace la creencia según la cual la ruta constituyente le pertenece a un solo sector político. De ahí que Rivera ignore por completo las propuestas alternativas al borrador de la Convención, presentadas tanto desde la centroderecha como desde la centroizquierda. Rivera además cita de modo muy selectivo las críticas o autocríticas que algunas personas formulamos respecto de la derecha, omitiendo que las mismas voces —y también otras— llevamos varios años promoviendo un cambio constitucional. Por mencionar solo un ejemplo, en el libro “El derrumbe del otro modelo” (2017) se sugiere incluso “impulsar una propuesta de Convención propia”, aprovechando el proceso constituyente que dejó inconcluso la expresidenta Bachelet.

Por último, Rivera insiste —como tantos otros— en derivar del carácter democrático del proceso actual una sola opción posible: aprobar en septiembre. ¿Cómo no advertir la contradicción inherente a esa postura? ¿Cómo asumir a estas alturas que el diagnóstico de la Convención fue el correcto? Es precisamente porque estamos en democracia que el disenso es lícito y que los chilenos podemos decirle que no al borrador: para darle una nueva oportunidad al cambio constitucional.