Carta publicada el lunes 20 de junio de 2022 por El Mercurio.

Señor Director:

Agradezco la nueva respuesta de Eugenio Rivera. En ella aclara que “no tenía conocimiento” de nuestras votaciones ni planteamientos previos sobre el proceso constituyente. Se trata de una precisión valiosa, considerando que antes criticó con mucha dureza —como quien informa un hecho grave y de lo cual tiene pruebas irrefutables— nuestras pretendidas votaciones y faltas de propuestas. Me temo, sin embargo, que su aclaración se ve empañada por otras afirmaciones gratuitas e infundadas, como su denuncia de que atacaríamos el borrador “sobre la base de falsedades” (sin respaldar de forma alguna esta aseveración).

¿Por qué nuestro interlocutor vuelve a incurrir en el mismo error? Quizá porque, según él mismo explicita, su problema (y el de tantos otros actores) es con “la derecha en su conjunto”. De ahí su indiferencia respecto de los múltiples contenidos alternativos al borrador promovidos no solo dentro de la Convención, sino también desde la academia, los centros de estudios y la sociedad civil, incluyendo a destacadas figuras de centroizquierda.

Lo anterior también ayuda a comprender el apoyo ciego de Rivera al texto de la Convención. Después de todo, si algo caracterizó a este órgano fue la falta de tolerancia al disenso político y la renuncia a la transversalidad propia de un pacto constitucional. En ese sentido, resulta indudable que Rivera es un excelente defensor del órgano constituyente.