Carta publicada el sábado 14 de mayo de 2022 por El Mercurio.

Señor Director:

La directora de Transporte Público Metropolitano, Paola Tapia, confirmó esta semana que la evasión al Transantiago alcanzó un 35%. Pese a sus múltiples causas, la situación sugiere que el deterioro de las instituciones (formales e informales) ha masificado la tendencia de que en este país se premie al pillo y se castigue al honesto. Hoy el trabajador honrado gasta alrededor de $1.500 en salir y volver a su casa. El pillo, mientras tanto, pasa por su lado burlándose.

Por desgracia, una gran cantidad de personas ignora que los bienes comunes se sostienen entre todos y no reconocerlo degrada la convivencia. Y esto es importante, porque como notó la Nobel de Economía Elinor Ostrom, ninguna Constitución ni sistema de derechos sociales logrará preservarse en el tiempo si la propia ciudadanía no los cuida. En otras palabras, cualquier ofertón de derechos será inútil sin un mínimo de virtudes públicas.

Debido a la magnitud del asunto, es probable que el Presidente Boric se refiera al tema. El problema es cuánta credibilidad tiene ahí el Ejecutivo. No es fácil de olvidar que muchos de los políticos que hoy están en el Gobierno fueron los principales incitadores del “salto a los torniquetes”.