Carta publicada el sábado 4 de septiembre de 2021 por El Mercurio.

Señor Director:

Al responder mi carta del día jueves, el profesor Renato Cristi —un reputado crítico de Jaime Guzmán— cita largos pasajes del fundador del gremialismo, y alude también a Ayn Rand, Robert Nozick y las “lógicas de mercado”. El problema, sin embargo, reside en que mi argumento no tocaba ninguno de estos temas. Mi punto era mucho más acotado: subrayar la deriva totalitaria implícita en aquellos planteamientos que descartan, por principio, el apoyo del Estado a los proyectos educativos emanados de la sociedad civil.

La erudición del profesor Cristi está fuera de toda duda, pero habría sido deseable que él expusiera siquiera alguno de los motivos por los que considera razonable oponerse ex ante a la ayuda estatal en estas materias.

Nada de esto es trivial. Basta leer la carta del rector Álvaro Ramis publicada ayer para notar cuán extendido se encuentra el prejuicio según el cual todo aquello que proviene de la sociedad civil se reduce a meros “intereses individuales”. Me temo que si rectores de universidades privadas y estatales coinciden en esto, no solo los guzmanianos deben estar preocupados. Por desgracia —tal como sabe cualquier lector de Tocqueville—, pocas cosas resultan tan individualistas como negar la relevancia pública de la sociedad civil organizada.