Carta publicada el jueves 1 de abril de 2021 por El Mercurio.

Señor Director:

Una pieza clave para combatir el ingreso de nuevas y peligrosas cepas del coronavirus SARS-Cov-2 (que generan agresivos rebrotes) son las cuarentenas de hotel obligatorias para quienes ingresen al territorio nacional. Hay que felicitar, aunque sea en medio de un momento aciago, que el Gobierno por fin haya decidido implementar esta medida.

Ahora bien, en el diseño de estas cuarentenas resulta crítico establecer estrictos protocolos sanitarios para evitar contagios entre pasajeros o de pasajeros a trabajadores de los establecimientos hoteleros, por un lado, y también fijar con claridad los derechos y deberes de las personas en situación de cuarentena. Debemos poner ojo a estos detalles y perfeccionarlos activamente en los próximos días, ya que todo indica que esta restricción permanecerá vigente un buen tiempo.

Respecto del confinamiento, resulta fundamental tomar en cuenta la salud física y mental de los pasajeros, así como el bienestar de los infantes que los acompañen (aquí hay un tema para la Defensoría de la Niñez). Luego, es de suma urgencia habilitar espacios al aire libre en las dependencias del hotel donde las personas se puedan ejercitar y también puedan pasear a los menores de edad, estableciendo horarios y turnos si es necesario. Este criterio debe ser considerado al momento de elegir los hoteles para cumplir la medida, cuyo fin es un confinamiento sanitario, no punitivo.