Carta publicada el miércoles 27 de enero de 2021 por El Mercurio.

Señor Director:

El derecho a la vida se funda en la prohibición de quitar directa y deliberadamente la vida de un ser humano inocente. Por supuesto que homicidios y desapariciones forzadas como los perpetrados en dictadura significaron un atentado muy grave contra este derecho. Hasta aquí acierta Ignacio Walker.

Lo que curiosa y sistemáticamente olvida el exsenador es que garantizar como prestación exigible hipótesis de aborto directo, tal como hace la ley de las tres causales, representa otro grave atentado contra el derecho a la vida. Si nos tomamos en serio su protección, no hay para qué elegir ni comparar males. Aunque Walker sugiera lo contrario, es perfectamente posible (y lo único consistente) rechazar ambos atentados.