Carta publicada el martes 3 de noviembre de 2020 por El Mercurio y firmada por otras cuatro personas.

Señor Director:

Agradecemos la réplica de Ignacio Walker a nuestra carta del sábado. Asimismo, concordamos en la relevancia del liderazgo político ante los debates más inmediatos, y coincidimos nuevamente con Walker en varios de los problemas que denuncia: desprestigio parlamentario, fragmentación partidaria y abuso de las acusaciones constitucionales, entre otros.

Discrepamos, sin embargo, en que estas y otras dificultades sean “características de un sistema presidencial como el que rige entre nosotros”. Es indudable que tales inconvenientes responden a varios factores —humanos e institucionales—, pero uno muy relevante ha sido la desarticulación entre el Presidente y el Congreso Nacional, agudizada por el nuevo mecanismo electoral de los diputados y senadores. La fragmentación del Congreso, la ausencia de un liderazgo claro en la oposición y la falta de disciplina parlamentaria bien pueden ser consecuencia de implantar un sistema proporcional de gran magnitud en un país presidencial.

Por ese motivo, y sin perjuicio de los debidos ajustes al presidencialismo imperante, la solución al bloqueo político quizá sea un nuevo sistema electoral para los parlamentarios. Asumir a priori que el parlamentarismo o el semipresidencialismo son la mejor opción sería al menos apresurado.

Claudio Alvarado R.
Instituto de Estudios de la Sociedad (IES)

Felipe Álvarez G.
Abogado UC y MPP Oxford

Pablo Valderrama R.
IdeaPaís

Gonzalo Valdés E.
Florencia Serra M.

Centro de Políticas Públicas UNAB