El 15 de noviembre, gran parte de los partidos políticos llegaron a un acuerdo constitucional. Los líderes pactaron un plebiscito que consultará a los ciudadanos si quieren cambiar la Constitución o no y con qué mecanismo: convención mixta de ciudadanos y parlamentarios o una convención constituyente solo con ciudadanos electos. Si se aprobara la idea de cambiar la Carta Magna, luego habría un segundo plebiscito ratificatorio para aprobar el nuevo texto constitucional.

Para analizar los desafíos y oportunidades de este proceso, el Instituto de Estudios de la Sociedad organizó un tercer coloquio sobre la crisis en Chile. Participaron Sergio Verdugo, abogado y académico de la Universidad del Desarrollo; Marcela Ríos, socióloga del PNUD Chile; y Claudio Alvarado, director ejecutivo del IES y autor de La ilusión constitucional.

“Es esencial que el proceso constituyente tenga legitimidad amplia. Esto no quiere decir que todos los partidos estén de acuerdo, sino que la ciudadanía lo sienta suyo”, recalcó Marcela Ríos. En tanto, Sergio Verdugo enfatizó que este “debe llevarse a cabo con acuerdos políticos. No se debe descuidar esa dimensión”, y en una línea simular Claudio Alvarado señaló que “si bien hay una demanda de participación ciudadana de la que hay que hacerse cargo, el proceso constituyente puede ayudar a reivindicar el valor de la política”.

Los tres expositores se refirieron al rol activo que deben jugar los líderes políticos y los diferentes partidos en este proceso. “Un proceso constituyente debe llevarse a cabo con acuerdos políticos. No se debe descuidar esa dimensión”, planteó Verdugo. En eso concordó Ríos, quien sostuvo que “sin partidos no funciona un proceso constitucional”, pero puntualizó que “si los partidos lo monopolizan, este no atenderá a las necesidades de nuestra sociedad”. Además, la socióloga añadió que el proceso constituyente es “una oportunidad para superar la enorme distancia que hay entre la ciudadanía y las élites”.

Sobre los problemas de legitimidad del texto constitucional en régimen, Verdugo advirtió que “si ponemos toda la legitimidad en el origen, podemos correr el riesgo de diseñar una mala Constitución”, y agregó que “hay que pensar cómo hacer una Constitución adecuada para las generaciones futuras”.

En cuanto al escenario sobre el que se está desarrollando este debate, Claudio Alvarado advirtió que “parte importante del éxito del proceso constituyente es que los políticos aporten a disminuir los niveles de violencia manifestados hasta estos días. Tengo la impresión de que los políticos no son conscientes de la fragilidad del acuerdo constitucional”.

Respecto al rol que juega el proceso constituyente en el nuevo pacto social, el director ejecutivo del IES dijo que “hay que saber manejar muy bien las expectativas”, considerando que muchas de las demandas sociales que han surgido durante la crisis no se solucionan a través de un cambio a la Constitución. “Hay bastante consenso en que el proceso constituyente es importante, pero en el corto plazo se requiere una agenda social para abordar los problemas estructurales”, coincidió Ríos.

Revisa aquí el video del coloquio.