“El problema de Estados Unidos es que nos gustaría parecernos a los años 50, cuando éramos menos ricos y más iguales, pero el país se parece más a como vivíamos hace más de un siglo, con una gran diferencia entre ricos y pobres”. Esa fue parte del análisis de Patrick Deneen, invitado a Chile por el IES e IdeaPaís, durante nuestras “Lecturas de Fondo” de junio. El tema fue la relación entre el liberalismo y El Federalista, texto fundacional de la Constitución estadounidense.

La conversación fue guiada por Pablo Ortúzar, investigador del IES. Ortúzar  sostuvo que el libro del académico de la Universidad de Notre Dame, ¿Por qué ha fracasado el liberalismo?, bien podría llamarse por qué fracasó el imperio americano.

“No solo refiriéndose a la economía americana, sino a un estilo de vida del que nosotros como chilenos también somos parte, dadas las reformas de los años 80. Parte de la tesis de Deneen es que los founding fathers cometieron serios errores al momento de diseñar institucionalmente su país, por lo que nuestros problemas estarían relacionados”, dijo Ortúzar, quien tradujo El Federalista al español (IES, 2019). 

Según Deneen, “lo que se debatía cuando se escribió El Federalista eran distintas concepciones de la naturaleza humana, un debate muy profundo”, pero este libro también dice que “debemos delegar la política a quienes son expertos, y los demás dedicarnos a nuestra vida privada. Nos enseña a vivir con cierta desconfianza ante los otros”.

El cientista político da a entender que “el liberalismo no tiene buenas razones para limitarse a las naciones, sino que sus límites son arbitrarios. La lógica del liberalismo es un ideal universalista, omniabarcante”.

Para Deneen, el liberalismo fracasó, porque fue exitoso. “Y aunque nadie niega que ha ayudado a mejorar nuestras condiciones materiales, lo cierto es que empezamos a tener otros problemas vinculados al exceso, es decir, obesidad en vez de hambre”, sostuvo invitando a la reflexión.