Entrevista publicada el 13.03.19 en La Tercera.

Hace un año y medio, el antropólogo e investigador del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES), Pablo Ortúzar, dejó Chile para realizar un doctorado en Teoría Política en la Universidad de Oxford, una de las casas de estudio más antiguas de lengua inglesa.

Desde esa ciudad universitaria de Inglaterra, Ortúzar ha seguido de cerca los extraños días que vive la política británica luego de que ayer la Cámara de los Comunes votara en contra del segundo acuerdo de salida realizado con la Unión Europea. “Un camino sin salida” o “punto muerto”, así define el antropólogo la situación.

¿Cómo definirías la situación actual de la política británica tomando en cuenta lo que pasó ayer y la votación de hoy?
Estamos en una especie de empate infinito. No se logra salir del nudo que significa el Brexit y eso ha mantenido a los actores ahí mismo. El Partido Laborista no ha logrado tampoco construir una propuesta que pareciera ser una alternativa razonable a lo que está tratando de conseguir Theresa May y por lo tanto no se ve la posibilidad de que el Partido Conservador pierda el liderazgo de la Cámara de los Comunes, pero no se ve una salida razonable y la presión de Europa comienza a crecer aún más. Principalmente porque vienen las elecciones del parlamento europeo e Inglaterra se supone que tenía que salir en unos días más de la Unión Europea pero está claro que eso no va a ser así y la pregunta es si van habrán elecciones en Inglaterra y qué problemas genera esto.

¿Por qué May no ha logrado siquiera alinear al Partido Conservador?
El acuerdo con la Unión Europea es visto por muchos euroescépticos y buena parte del Partido Conservador como una especie de no salida. Consideran que las condiciones del acuerdo aún mantienen atado a Inglaterra a la soberanía europea por decirlo de alguna manera. Entonces están buscando recobrar la autonomía total del parlamento inglés que había tenido históricamente pero eso lleva a May a negociar con las manos vacías y Europa está perdiendo la paciencia en toda la negociación. Tampoco se quiere un Brexit sin acuerdo porque sería un shock terrible para la economía inglesa y eso tiene todo en un punto muerto.

La dilatación y la imposibilidad de llegar a acuerdos hace que salga a la luz la idea de que la mayoría de Inglaterra está arrepentida de haber hecho un referéndum…
Casi todo el mundo está arrepentido de haber hecho el referéndum, lo que sí, muy poca gente está de acuerdo en repetirlo, pero esa posibilidad se va haciendo cada vez más factible en este escenario de punto muerto en el sentido que no parece haber ninguna otra salida. Tratar de corregir por el mismo mecanismo el problema, haciendo otro referéndum es muy raro. Es como las votaciones de las asambleas universitarias porque se votaba hasta que saliera lo que la mesa quería. La democracia no funciona así.

¿Se ve muy lejana la idea de un segundo referéndum o con lo que ha ocurrido en las últimas votaciones se ve como algo viable?
Entre una salida poco seria y ninguna salida, creo que siempre será mejor una salida poco seria. Esto está llegando a un camino sin salida, si al final, lo que queda sobre la mesa es salirse de Europa sin acuerdo –que sería terrible para la economía- o hacer un referéndum de nuevo. No va quedando mucho más arriba de la mesa si todos los acuerdos están siendo rechazados.

¿Y la mayoría laborista está por un nuevo referéndum o al menos en dilatarlo?
Sí, el mundo laborista en general está en la postura de hacer el referéndum de nuevo o seguir dilatando la situación tal como está. A pesar de que varios de ellos votaron a favor del acuerdo de May de ayer. De hecho hubo una rebelión dentro del partido laborista porque varios votaron en contra del primer acuerdo y ahora a favor del segundo.

Da la sensación de que es imposible determinar cuál será la salida al entuerto…
Para ellos la situación es inexplicable, las posiciones además son muy toscas porque hay una que es salir o salir y la otra más pro Europa, pero no me parece ver un campo intermedio que lleve a un acuerdo entonces lo que existe es una polarización entorno al Brexit donde nadie sabe cómo resolver el asunto.

¿Y la salida de May resolvería algo?
No sirve para nada. Porque quién va a estar en mejor posición para negociar con el Parlamento Europeo que May o quién va a lograr reunir una mayoría parlamentaria detrás de un acuerdo que va a ser muy parecido al que ya llegó ella, es prácticamente imposible. Pueden cambiar al líder pero el problema no se va arreglar con eso. Y por eso May se ha mantenido ahí, ella tiene niveles de aprobaciones super bajos, nadie está contento con lo que ha hecho pero nadie esperaría que otra persona lo hiciera mejor.

¿Cómo ves el ambiente en Oxford?
Hay harta diferencia entre clases. En Oxford que es una ciudad cosmopolita y donde estudia gran parte de la clase alta inglesa, obviamente la mayoría de los académicos y los estudiantes son pro Europa y están en contra del Brexit. Y en el fondo ellos ven esto como una especie de meteorito que está en la mitad de Inglaterra, es algo desconcertante, no se entiende, se considera irracional lo que se está haciendo y por otro lado, en los sectores populares y hay un tema de edad ahí, hay mayor apoyo al Brexit y la sensación de que está en juego una especie de orgullo nacional.

¿Por qué?
Eso es lo estúpido de haber convocado a un referéndum porque los ingleses siempre se han sentido una isla aparte de Europa, ellos se refieren a Europa como el continente. Y por lo tanto el Brexit, el plebiscito lo que puso a prueba fue este orgullo nacional. Ellos fueron los únicos, o casi el único país europeo que Hitler no conquistó, lograron defenderse por sus propios medios, eso está fresco en sus memorias, todo eso fue puesto a fuego en el Brexit. Aquí se está jugando con elementos muy pasionales y eso lo vuelve muy complicado.

¿Y qué otro problema externo se está dando por el hecho de que no se llegue a acuerdo?
En Irlanda porque la frontera irlandesa, tal como está hoy día, dado que Irlanda del Sur o la República de Irlanda es parte de la Unión Europea e Inglaterra también, y no hay una frontera física entre las dos irlandas. Pero si Inglaterra se sale de la UE podría generarse esa frontera y eso para el orgullo irlandés sería fatal. El país volvería a estar dividido en dos por una frontera material, se necesitaría un pasaporte para ir desde la República de Irlanda a Irlanda del Norte -que está bajo control inglés-. Y mucha gente especula acá que esto podría darle un nuevo brío a una situación de terrorismo y de violencia.

¿Por qué?
El IRA (Ejército Republicano Irlandés) desapareció tras los acuerdos de paz que son del 98′. Es muy reciente. Ese sería un problema muy grande para Inglaterra.

Y Escocia volvió a debatir la independencia del Reino Unido tras el Brexit…
Claro, porque una de las razones por las que Escocia se mantuvo adentro del Reino Unido fue porque si salían, y quedaban independientes, quedaban fuera de la Unión Europea. Habrían tenido que negociar por fuera integrarse a la Unión Europea y ellos fueron abiertamente amenazados con que no iban a ser aceptados. Por eso, España veía con mucho miedo la independencia escocesa porque ellos tienen adentro una tensión separatista importante. Y ahora, si es que Inglaterra se sale de la UE, ellos quedarían fuera forzosamente y eso obviamente generaría una nueva ola de reinvidicación separatista.