Capítulo publicado el 11.09.18 en T13 Radio.

En un nuevo capítulo de “Réplica”, de T13 Radio, Daniel Mansuy conversó con David Rieff, analista político, periodista, crítico cultural estadounidense y autor de Elogio del olvido: las paradojas de la memoria histórica, tema que ha estado al centro de la discusión pública nacional.

A través del análisis de conflictos de la historia reciente, como el Holocausto o el 11S, Rieff ­(quien fue corresponsal de guerra­ por 15 años) plantea a contracorriente que la memoria colectiva no es tanto un imperativo moral como una opción, y más aún, que la memoria histórica puede ser tóxica y que, a veces, lo correcto sería olvidar.

“En zonas de guerra vi a la memoria ser usada, no diría manipulada, como un arma para darle fuerza a la causa, y empecé a pensar si el olvido sería una opción moral aceptable”, comentó Rieff, quien estuvo de visita en Chile.

Su reflexión surgió a partir de conflictos sin vencedores ni perdedores, y citó el caso de Irlanda del Norte. “Nadie ganó la guerra, ¿cuál es (entonces) la memoria, la de los católicos republicanos o la de los protestantes fieles al Reino Unido? Cuando hay un vencedor podemos institucionalizar la memoria, ¿pero qué hacer frente a un empate? Ese es el inicio del problema”, explicó.

Rieff dice no creer en el progreso en términos morales. “No comparto esta visión. Hay progreso tecnológico, científico, eso es seguro, pero en términos morales e históricos hay progreso y retroceso. Tengo más simpatía con la visión griega, es decir, la visión cíclica de la historia. No veo justificación empírica para creer en el progreso moral. Hay un determinismo optimista en esa visión”, dijo.

Según planteó durante la conversación con Mansuy, en esa visión habría más de una contradicción: “Podemos imaginar un mundo de más igualdad (entre hombres y mujeres) y hoy la violencia en contra de los niños es menor, existe todavía pero no es la norma como lo era en mi infancia, pero por otro lado, estamos destruyendo el planeta, y si (a futuro) el planeta sobrevive pensarán que no fuimos tan morales ”, sostuvo.

Además, considera que la memoria histórica no es eterna. “Creo que nuestras memorias, incluso las de los hechos más terribles, son mortales como nosotros somos mortales. Cuando hablamos de nuestra memoria, de un ‘nunca más’, hablamos de nuestra época o de los 100 años que vienen. Dicho en frío, y quizás demasiado fríamente, en cinco mil años más nadie de va acordar ”, sostuvo.