Carta publicada en diario El Mercurio, 27.11.13

Señor Director:

Leí con interés la columna de Sergio Urzúa en la que critica la ausencia de exponentes intelectuales y políticos jóvenes en la derecha, y la carta de Diego Schalper, haciéndole ver que sí existen numerosas iniciativas “sub-30” funcionando.

Al respecto, creo que es importante señalar algo que queda velado en ambos textos: aquí hay una responsabilidad brutal de buena parte de la generación anterior, los padres de los “sub-30”, por haber despreciado la cultura, la academia y la política, y por haber terminado abrazando un materialismo de pocas luces que hoy son incapaces de justificar.

Si los jóvenes de izquierda que Urzúa admira exponen ideas coherentes, aunque equivocadas, y logran el apoyo que logran, es en buena medida porque hay una enorme red de intelectuales, artistas, políticos y profesores de generaciones anteriores que han dedicado largos años a elaborar argumentos desde distintas disciplinas, y a convencer a audiencias igual de variadas de que tienen razón.

Y nada de esto hay en la derecha de la generación anterior a la mía (tengo 28): salvo algunas excepciones, su geografía cultural es deprimente y su capacidad (y voluntad) de difusión, nula.

Cambiar esto va a tomar algunos años. Y yo agregaría a lo dicho por Schalper un llamado a la generación anterior para que se informen mejor y colaboren con las iniciativas que él enumera, pues puede ser esta su última oportunidad para recuperar, en alguna medida, el rumbo perdido.

Pablo Ortúzar Madrid
Director de Investigación IES